- Creamos por ahora en la comida, que tengo más hambre que un buitre, y después en la diplomacia.
- Por eso anda el mundo como anda -dijo Amaya.
- Pues déjelo usted andar, y no se ponga a contenerlo, porque lo arrolla.
- Triste porvenir se le espera a esta tierra, en donde dominan ideas tan disolventes -replicó Amya."
Página 99
A mi parecer este diálogo de esta novela de 1886 relata las dos posturas que siempre se han tenido en cuanto personas (sin hablar de variaciones claro está), la positiva y la negativa, la visionaria y la pesimista, la conformista y la revolucionaria. Y así continúa...
Es por eso que me gusta, en cuanto a reflexión su simplicidad no la hace menos compleja. La humanidad decide cuál ser, si ser Endimión o Amaya.
Yo quiero ser como Amaya.
POST TENEBRAS, LUCEM