El billar es uno de los juegos más antiguos
de la humanidad. “Según Anacarsis[1], en
el siglo IV antes de nuestra era, los griegos jugaban con las bolas sobre el
suelo ensayando pegarles a unas con otras”[2].
Tanto franceses como ingleses se disputan
su creación. Por un lado los franceses aseguran que fue creado por Bill Yar y
por el otro los ingleses afirman que fue Henri Devigne su creador; pero lo que
sí es concreto y que nos explica Bosch en su libro es que el diseño de la
primera mesa fue hecho por Devigne hacia 1429 por orden del rey Luis XI. Más
adelante fue llevada hacia América alrededor de 1565 por los españoles y mucho
después en 1674 Charles Cotton escribió el primer reglamento sobre el billar;
cabe resaltar que hoy en día algunas de estas reglas aún se conservan como “la
de que al menos un pie del jugador debe estar tocando el suelo cuando tira”[3]. Entre 1550 y 1630, poco a poco se fue convirtiendo en una costumbre de la que
disfrutaban principalmente personas con autoridad.
“A finales del siglo XVIII la ropa
masculina era más holgada y permitía que el cuerpo se doblara y moviera con
facilidad. Sin embargo, la ropa femenina, con corsés y varillas, hacía difícil
que una mujer inclinara el cuerpo o se moviera cómodamente. Por eso ellas
dejaron de jugar”.[4]
A
lo anterior hay que sumar que muchos cafés con mesas de billar prohibieron la
entrada a las mujeres lo cual convirtió estos en refugio de hombres. Así, la
asistencia a estos sitios se limitó a un público exclusivamente masculino.
“¿Billar? Borrachos y cantinas” fueron la
mayoría de respuestas que obtuve de las personas, no saben de la existencia de
la Liga de Billar y mucho menos de que haya mujeres que juegan, les comenté que
inclusive hay un grupo de mujeres que viaja desde Palmira para venir a
entrenar, es divertido y gratificante ver las caras de las personas que no se
terminan de creer el esfuerzo y dedicación que ellas, mujeres le tiene a este
deporte. Las asociaciones que las personas tienen es el de siempre,
categorizando a la mujer en ciertos aspectos y actividades de las cuales poco a
poco, el tiempo y nosotras nos estamos encargando de quitar.
Pues ha pasado ya mucho tiempo y las
mujeres comúnmente ya no usan corsés ni varillas en sus ropas, hay más libertad
y expresión de movimiento; ya las mujeres podemos volver a jugar billar, claro
si así lo quisiéramos y dejáramos a un lado el sexismo y los estereotipos de la
sociedad que pretenden obligarnos a “encajar”. Ésta decisión poco común fue la
que tomó Catherine Tovar Riobo, a sus 18 años de edad, estudiante del SENA y trabajadora
a medio tiempo en “eventos culturales vendiendo” según sus palabras. Ella hace
un poco más de seis meses conoció la Liga Vallecaucana de Billar que tiene su
sede en el Coliseo del Pueblo junto a la Liga Vallecaucana de Bolos.
Allí empezó con ejercicios básicos para
aprender a manejar bien el taco, a entizar, a mejorar la precisión, la fuerza
del tiro y muchísimas cosas más. Don Sammy fue su entrenador en todo el
trayecto que han recorrido, fue quien le enseño a tener una buena postura, a
saber manejar tiros difíciles, la que le enseñó todo lo que ha aprendido del
billar hasta ahora.
“A mí me parece que el billar es un juego
genial y pues a veces me estresa porque no puedo lograr tiros y así, pero al
final cuando por fin lo logro me siente muy bien conmigo misma por… pues
precisamente por eso, por haberlo conseguido” estas son algunas de las palabras
que expresa Catherine quien también me cuenta que cuando la gente sabe o se da
cuenta de que juega billar se queda extrañada y muchas veces le han dicho que
no lo debería jugar que eso es para hombres y es poco femenino pero que sin
importar esas opiniones ella sigue jugando porque es lo que le gusta.
“Nos faltan chicas. En el momento sólo está
el grupo de Palmira que son como 4 o 5 niñas, Cathy y Naty, sin embargo es un
buen comienzo y pues en la Liga queremos que más mujeres vengan a jugar para
así poder participar en los torneos tanto regionales como nacionales que se
presenten y traer victorias no sólo para nosotros como liga sino también para
Cali”, Don Sammy quien tiene los ojos llenos de esperanza mientras dice estas
palabras es quien ha estado acompañando a Catherine desde sus inicios y dice
que mediante el tiempo va pasando se puede ver la mejora que ella ha tenido.
Pero a pesar de todo, este juego usualmente
es asociado con el trago, los borrachos y señores de mediana edad, por lo que a
la sociedad en general (más no toda) se le dificulta entender y aceptar que una
mujer juegue billar.
Precisamente; ésta es la opinión de Juan
Carlos Aguilar, uno de los directores y docente de la Facultad de Ciencias
Administrativas y Económicas de la Universidad Autónoma de Occidente quien dice
que “las mujeres son muy delicadas y no deberían jugar eso, eso es un deporte
de borrachos”; sin embargo también existen personas como Maideé, que apoyan que
las mujeres sean de nuevo parte de este deporte “a mí me parece muy chévere que
las mujeres jueguen billar, yo no creo que sea únicamente un deporte de
hombres, además los tiempos han cambiado mucho”.
El billar definitivamente ya no es de
hombres y lo digo con tranquilidad pues yo también lo practico, es muy
divertido ver las caras de los hombres cuando logras un tiro que te han dicho
que no podrás hacer por ejemplo cuando tienes que tacar despacio pero no tanto
y coger finita la bola para que se pueda ir por un tronera central; para quien
no sepa, los y las billaristas al jugar pool siempre buscan las esquinas pues
es más fácil y accesible hacer esos tiros. Hacer tiros que ellos no pueden,
ganarles, toda la gratificación te viene al doble cuando te han dicho que no
puedes hacer algo y lo logras.
De igual manera los hombres son muy
cooperativos y no tienen molestia alguna porque las mujeres juguemos también,
es más quisieran que más mujeres jugasen pues en la liga como anteriormente
dijo Don Sammy faltan mujeres para competencias de billar, para dar la cara por
Cali y por el Valle, porque quién sabe y nos ganemos el nacional e ir cada vez
más subiendo de rango.
Yo seguiré practicando billar, practicando
y mejorando; me alegra que cada vez hay más jóvenes jugando, ya no sólo se ve
los adultos de más de 50 años jugando tres bandas sino que ya podemos armar
equipos y jugar pool, bola 8, bola 10, en fin simplemente me alegra demasiado
que el deporte este siendo más acogido aunque me alegraría más que fueran más
mujeres las que llegaran a jugar. Soy una jugadora de billar y estoy orgullosa
de serlo.
[1] Príncipe escita (un antiguo pueblo del sureste de la actual Rusia).
Viajó mucho por Grecia, dónde adquirió la reputación de sabio.
[2] BOSCH, Carlos. El billar no es de vagos. Ciencia, juego y
diversión. México: Fondo de Cultura Económica. 2009. Página 46.
[3][3] BOSCH, Carlos. El billar no es de vagos. Ciencia, juego y
diversión. México: Fondo de Cultura Económica. 2009. Página 47.
[4] BOSCH, Carlos. El billar no es de vagos. Ciencia, juego y
diversión. México: Fondo de Cultura Económica. 2009. Página 53-54.