domingo, 23 de noviembre de 2014

Soy una jugadora de billar

El billar es uno de los juegos más antiguos de la humanidad. “Según Anacarsis[1], en el siglo IV antes de nuestra era, los griegos jugaban con las bolas sobre el suelo ensayando pegarles a unas con otras”[2].

Tanto franceses como ingleses se disputan su creación. Por un lado los franceses aseguran que fue creado por Bill Yar y por el otro los ingleses afirman que fue Henri Devigne su creador; pero lo que sí es concreto y que nos explica Bosch en su libro es que el diseño de la primera mesa fue hecho por Devigne hacia 1429 por orden del rey Luis XI. Más adelante fue llevada hacia América alrededor de 1565 por los españoles y mucho después en 1674 Charles Cotton escribió el primer reglamento sobre el billar; cabe resaltar que hoy en día algunas de estas reglas aún se conservan como “la de que al menos un pie del jugador debe estar tocando el suelo cuando tira”[3]. Entre 1550 y 1630, poco a poco se fue convirtiendo en una costumbre de la que disfrutaban principalmente personas con autoridad.
“A finales del siglo XVIII la ropa masculina era más holgada y permitía que el cuerpo se doblara y moviera con facilidad. Sin embargo, la ropa femenina, con corsés y varillas, hacía difícil que una mujer inclinara el cuerpo o se moviera cómodamente. Por eso ellas dejaron de jugar”.[4] 


A lo anterior hay que sumar que muchos cafés con mesas de billar prohibieron la entrada a las mujeres lo cual convirtió estos en refugio de hombres. Así, la asistencia a estos sitios se limitó a un público exclusivamente masculino.
“¿Billar? Borrachos y cantinas” fueron la mayoría de respuestas que obtuve de las personas, no saben de la existencia de la Liga de Billar y mucho menos de que haya mujeres que juegan, les comenté que inclusive hay un grupo de mujeres que viaja desde Palmira para venir a entrenar, es divertido y gratificante ver las caras de las personas que no se terminan de creer el esfuerzo y dedicación que ellas, mujeres le tiene a este deporte. Las asociaciones que las personas tienen es el de siempre, categorizando a la mujer en ciertos aspectos y actividades de las cuales poco a poco, el tiempo y nosotras nos estamos encargando de quitar.




Pues ha pasado ya mucho tiempo y las mujeres comúnmente ya no usan corsés ni varillas en sus ropas, hay más libertad y expresión de movimiento; ya las mujeres podemos volver a jugar billar, claro si así lo quisiéramos y dejáramos a un lado el sexismo y los estereotipos de la sociedad que pretenden obligarnos a “encajar”. Ésta decisión poco común fue la que tomó Catherine Tovar Riobo, a sus 18 años de edad, estudiante del SENA y trabajadora a medio tiempo en “eventos culturales vendiendo” según sus palabras. Ella hace un poco más de seis meses conoció la Liga Vallecaucana de Billar que tiene su sede en el Coliseo del Pueblo junto a la Liga Vallecaucana de Bolos.
Allí empezó con ejercicios básicos para aprender a manejar bien el taco, a entizar, a mejorar la precisión, la fuerza del tiro y muchísimas cosas más. Don Sammy fue su entrenador en todo el trayecto que han recorrido, fue quien le enseño a tener una buena postura, a saber manejar tiros difíciles, la que le enseñó todo lo que ha aprendido del billar hasta ahora.


“A mí me parece que el billar es un juego genial y pues a veces me estresa porque no puedo lograr tiros y así, pero al final cuando por fin lo logro me siente muy bien conmigo misma por… pues precisamente por eso, por haberlo conseguido” estas son algunas de las palabras que expresa Catherine quien también me cuenta que cuando la gente sabe o se da cuenta de que juega billar se queda extrañada y muchas veces le han dicho que no lo debería jugar que eso es para hombres y es poco femenino pero que sin importar esas opiniones ella sigue jugando porque es lo que le gusta.
“Nos faltan chicas. En el momento sólo está el grupo de Palmira que son como 4 o 5 niñas, Cathy y Naty, sin embargo es un buen comienzo y pues en la Liga queremos que más mujeres vengan a jugar para así poder participar en los torneos tanto regionales como nacionales que se presenten y traer victorias no sólo para nosotros como liga sino también para Cali”, Don Sammy quien tiene los ojos llenos de esperanza mientras dice estas palabras es quien ha estado acompañando a Catherine desde sus inicios y dice que mediante el tiempo va pasando se puede ver la mejora que ella ha tenido.
Pero a pesar de todo, este juego usualmente es asociado con el trago, los borrachos y señores de mediana edad, por lo que a la sociedad en general (más no toda) se le dificulta entender y aceptar que una mujer juegue billar.



Precisamente; ésta es la opinión de Juan Carlos Aguilar, uno de los directores y docente de la Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas de la Universidad Autónoma de Occidente quien dice que “las mujeres son muy delicadas y no deberían jugar eso, eso es un deporte de borrachos”; sin embargo también existen personas como Maideé, que apoyan que las mujeres sean de nuevo parte de este deporte “a mí me parece muy chévere que las mujeres jueguen billar, yo no creo que sea únicamente un deporte de hombres, además los tiempos han cambiado mucho”.
El billar definitivamente ya no es de hombres y lo digo con tranquilidad pues yo también lo practico, es muy divertido ver las caras de los hombres cuando logras un tiro que te han dicho que no podrás hacer por ejemplo cuando tienes que tacar despacio pero no tanto y coger finita la bola para que se pueda ir por un tronera central; para quien no sepa, los y las billaristas al jugar pool siempre buscan las esquinas pues es más fácil y accesible hacer esos tiros. Hacer tiros que ellos no pueden, ganarles, toda la gratificación te viene al doble cuando te han dicho que no puedes hacer algo y lo logras.
De igual manera los hombres son muy cooperativos y no tienen molestia alguna porque las mujeres juguemos también, es más quisieran que más mujeres jugasen pues en la liga como anteriormente dijo Don Sammy faltan mujeres para competencias de billar, para dar la cara por Cali y por el Valle, porque quién sabe y nos ganemos el nacional e ir cada vez más subiendo de rango.


Yo seguiré practicando billar, practicando y mejorando; me alegra que cada vez hay más jóvenes jugando, ya no sólo se ve los adultos de más de 50 años jugando tres bandas sino que ya podemos armar equipos y jugar pool, bola 8, bola 10, en fin simplemente me alegra demasiado que el deporte este siendo más acogido aunque me alegraría más que fueran más mujeres las que llegaran a jugar. Soy una jugadora de billar y estoy orgullosa de serlo.




[1] Príncipe escita (un antiguo pueblo del sureste de la actual Rusia). Viajó mucho por Grecia, dónde adquirió la reputación de sabio.
[2] BOSCH, Carlos. El billar no es de vagos. Ciencia, juego y diversión. México: Fondo de Cultura Económica. 2009. Página 46.
[3][3] BOSCH, Carlos. El billar no es de vagos. Ciencia, juego y diversión. México: Fondo de Cultura Económica. 2009. Página 47.
[4] BOSCH, Carlos. El billar no es de vagos. Ciencia, juego y diversión. México: Fondo de Cultura Económica. 2009. Página 53-54.

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